Morelia,
Mich., a 23 de marzo de 2012.- Los trastornos alimenticios son un grave problema de salud en la
juventud michoacana, consientes de ello la Subjefatura de Comunicación
Educativa, realizó el 3er. Foro Juvenil denominado “Los Trastornos Alimentarios
en los Jóvenes y la Formación de Hábitos Saludables”.
Este evento tiene la finalidad de educar a los
alumnos de nivel secundaria de los riesgos de padecer uno de estos trastornos y
cuyo propósito es brindar a los jóvenes un espacio que permita el intercambio
de opiniones y la reflexión sobre los trastornos alimentarios, así como la
importancia de la adquisición de hábitos saludables para obtener conocimientos
que contribuyan en la toma de decisiones acertadas en su desarrollo.
Blanca
Edith Pintor Sánchez, profesora Investigadora de la Facultad de Psicología de
la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, explicó que los
estereotipos en los medios masivos de comunicación son causa de que los adolescentes
padezcan alguno de estos trastornos, ya que las imágenes transmitidas sobre la
belleza influyen en la percepción y deseo de los televidentes.
“Son enfermedades muy graves, los medios de
comunicación hablan de ellas pero como
si fueran un tema de moda y lo que tendrían que abordar, realmente, es la gravedad que esto conlleva”,
comentó Pintor Sánchez.
La
ponente aseguró que dichas enfermedades tienen alto grado de peligrosidad y
cuando se detectan es más difícil la recuperación; lamentó, que Morelia carezca de un centro especializado
para el tratamiento de dichos problemas aún cuando es una de las ciudades con
mayor índice de padecimientos.
Dentro
del marco del 3er. Foro Juvenil participaron las Psicólogas Verónica Huerta
Sánchez y Selene Mandujano Aguilar, quienes aseguraron que la mejor manera de
prevenir estos trastornos en los jóvenes es inculcándoles amor, para que de
esta manera formen un autoestima fuerte con el cual tengan armas para defenderse
del “bombardeo” mediático de los estereotipos; pero sobre todo, tener una buena
comunicación de los padres con sus hijos a fin de detectar a tiempo cualquier
cambio físico y/o emocional en ellos.